arrojaba muchas de sus pertenencias por la ventana de un
cuarto piso, pero
lo que mas me impactó fue ¡la televisión!, qué bárbaro, la
televisión, y seguro que era en “color”…
Inmediatamente, fue aumentando el número de espectadores
que a distancia, comentaban: “está loco” ó tiene problemas y ha perdido la
razón…
Entonces pensé en la posible desdicha de aquel hombre, y
en las causas que le llevaron a tal decisión…No hallé respuesta a mi
pregunta…aún era niña…
Desconozco su paradero, es más, nunca llegué a
saber quién era aquella persona misteriosa…pero a veces rememoro ese momento…
Últimamente,
estamos tan ocupados que no tenemos tiempo para nosotros mismos, (¿se
dice reflexión?), pero (obviamente) tampoco para los hijos, los amigos, los
padres ni para largas y apasionantes
reuniones con personas allegadas.
¿Cómo comunicar o transmitir? ¿Es posible hacer
un buen trabajo aún cuando hay momentos que se te escapan de las manos?
Hoy, he tomado una decisión: voy a coger todo
lo que me absorbe, lo pondré en un “hatillo” (el móvil, el ordenador, la televisión,
los cursos on-line, los power-point, el facebook…y
la lavadora no porque sería demasiado…).Lo anudaré bien fuerte, y lo pondré a
macerar, cómo el pollo relleno…y seguidamente, lo rebozaré y freiré (para
añadirlo en cubitos a la sopa). Una vez hecho, lo congelaré y sacaré alguna
noche que otra… un poco racionado…que estamos en crisis: “Sopa al hatillo”,
pequeñas raciones…que saben mejor.